Futuros planes para las fronteras ante amenaza creciente del COVID-19

20 de Marzo de 2020 por Isolda Barrera

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Los casos confirmados del virus en México ascienden a 82, en comparación con alrededor de 5,600 en los Estados Unidos y más de 470 en Canadá.

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció en una conferencia de prensa que la frontera entre Canadá y Estados Unidos ahora estará cerrada a todos los viajes no esenciales. Esta prohibición de viajar sin precedentes refleja los esfuerzos cada vez mayores de ambos países para limitar la propagación del coronavirus.

Trudeau declaró que a los ciudadanos estadounidenses no se les prohibiría cruzar la frontera (la más larga del mundo compartida por dos países) hacia Canadá, y señaló la importancia de mantener el comercio fluyendo libremente. Canadá depende de los Estados Unidos para casi el 75% de sus exportaciones y el 18% de sus importaciones.

La frontera sur, está empezando a ver posibles cambios también. Ciudades fronterizas como Laredo, Texas y Cd. Juárez ya han dado positivo a casos de COVID-19. El caso de Laredo se presento en una maestra del distrito escolar United, y el caso confirmado de coronavirus en Juárez, es de un estudiante de medicina masculino de 29 años que estuvo de vacaciones en Italia.

La vida cotidiana en ambas ciudades fronterizas está cambiando rápidamente a medida que los gobiernos locales y nacionales, en los Estados Unidos y México, alteran las reglas para las reuniones públicas, y se implementan medidas a varios rangos de negocios.

Algunos detalles de la nueva norma siguen al momento sin estar claros, incluso si los extranjeros que solicitaban asilo u otras protecciones en los puertos de entrada serían devueltos de inmediato.

Pero el presidente Trump ha sugerido varias veces que podría cerrar la frontera, con la esperanza de tomar medidas estrictas para combatir la inmigración ilegal y presionar a México para que haga su parte y así manejar el flujo de migrantes hacia el norte.

Mucho antes del brote de coronavirus, advirtió a sus principales asesores del Departamento de Seguridad Nacional sobre detener la inmigración ilegal al que hizo mención de que quería "cerrarlo". A medida que aumentaba el número de migrantes que cruzaban desde Centroamérica, el presidente amenazó más de una vez con cerrar la frontera.

Varias personas expresaron su preocupación por el riesgo para la salud de enviar niños migrantes a instalaciones en todo el país que son administradas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, ahora más ante la creciente del COVID-19 entre grupos grandes y no sanitarios.

Al mismo tiempo, se menciona que no querían volver a una política de permitir que los migrantes permanecieran libres en los Estados Unidos mientras esperaban audiencias en los tribunales de inmigración, ya que esto podría permitir a los migrantes con el coronavirus aumentar la carga sobre los hospitales estadounidenses, dijeron las autoridades.

Los cruces fronterizos han disminuido drásticamente desde la primavera pasada después de que la administración promulgó políticas agresivas, como obligar a los solicitantes de asilo a esperar en México mientras se juzgan sus casos de inmigración.

No solo son los cambios migratorios que se ven presente en la frontera, el peso mexicano también se ha visto afectado. Este cayó a un mínimo histórico esta semana, llegando a 23 por dólar el miércoles, ya que se intensificaron los temores de que el coronavirus podría provocar una recesión mundial.

La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos dice que los puertos de entrada están operando normalmente. Los ciudadanos estadounidenses y cualquier persona con "una visa vigente válida" pueden cruzar la frontera como de costumbre.

Los gobiernos de Estados Unidos y Canadá prohibieron el martes todos los viajes "no esenciales" en la frontera entre Estados Unidos y Canadá, pero no se ha aplicado una política similar en la frontera entre Estados Unidos y México.

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